El monasterio de las Descalzas Reales y el convento de San Martin. El Tesorero Alonso Gutiérrez, su casa en Madrid y su capilla en el convento de San Martín.

El monasterio de las Descalzas Reales de Madrid de la orden de clausura de las clarisas descalzas es el monumento madrileño más representativo de la arquitectura del primer Renacimiento en nuestra villa Madrid. Con el podríamos nombrar, si existiese, al Alcázar Real, con el que además podría disputarse el primer puesto en cuanto a relevancia del edificio. Las Descalzas Reales, que probablemente se ha mantenido por albergar una comunidad religiosa, fueron convento y palacio; residencia y retiro para doña Juana de Austria, hermana de Felipe II. Son las clarisas monjas franciscanas de clausura, conocidas como Descalzas Reales por calzar unas sencillas sandalias durante todo el año y ser su convento una fundación real.

Compartiendo espacio con las Descalzas estuvo el convento de San Martín. Priorato benedictino fundado como dependencia de Silos a inicios del siglo XII. Su solar lo ocupa ahora y desde la década de los 70 del siglo XIX la Casa de las Alhajas para las subastas de los objetos empeñados en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid que tiene su sede histórica en la manzana contigua frente a las Descalzas. El monasterio de San Martín de monjes benedictinos fue el primero fundado en Madrid, en el año 1126, con el privilegio de una Carta Puebla para poblar sus inmediaciones. Durante el siglo XIV, San Martín se convierte en parroquia. José Bonaparte mandó derribar la iglesia del convento situada en la fachada norte y su solar sirvió para ampliar la plaza de San Martín, “El convento de San Martín es vasto, y la iglesia fue destruida en tiempo de la invasión de los franceses, desapareciendo muchas presiosidades que contenía (…). En el día se ha habilitado la iglesia con harta sencillez”, Ramón de Mesonero Romanos. 1831. En 1836, durante la desamortización de Mendizábal, el convento pasa a titularidad del Estado quien lo dedicó a diversos usos; oficinas del Gobierno Civil, Diputación Provincial, Tribunal y Bolsa de Comercio, Consejo de Sanidad, y cuartel de la Guardia Civil. Fue demolido en 1868 durante el sexenio revolucionario.

La plaza de San Martín y la contigua de las Descalzas Reales giran en torno a la presencia en ellas de las posesiones del tesorero Alonso Gutiérrez. Estuvieron en este espacio sus casas principales y las que tuvo anejas en las que vivirá su segunda esposa y ya viuda María de Pisa tras la venta de las primeras a Juana de Austria para fundar el convento de las Descalzas Reales. Junto a estas edificaciones el monasterio benedictino de San Martín que hasta 1570 se utilizaba como cementerio parroquial. Los monjes de San Martín tienen que ceder nuevamente ante Juana de Austria, cuando ésta solicita regalen a su convento la parte de cementerio que tenía San Martín “a las espaldas del altar mayor y que venía a alcanzar hasta la puerta de la iglesia de las Descalzas estorbando su acceso y afeando su arquitectura”.

La infanta Juana de Austria.

El edificio de las Descalzas Reales que podemos, y debemos, visitar está ocupado por las hermanas clarisas. Esta comunidad de monjas de clausura fue fundada por la infanta doña Juana, hermana menor de Felipe II. Falleció la Infanta en el monasterio de El Escorial, en 1573; pero fue enterrada en el convento de las Descalzas Reales de Madrid, en un sepulcro realizado por Pompeo Leoni.

Muere la madre de doña Juana, la infanta Isabel de Portugal, el 1 de mayo de 1539. Juana apenas tiene cuatro años. Se ocupa de ella Leonor de Mascareñas, dama de compañía de la su madre la emperatriz Isabel de Portugal “aya de Felipe II y en un par de años del Infante don Carlos. Doña Leonor de Mascareñas, mujer de la corte, tenía casas en Alcalá y con frecuencia huía de la corte y buscaba la paz y la tranquilidad de la antigua Compluto. Este hecho es el responsable de que Felipe II y sus hermanas pasaran frecuentes temporadas en Alcalá”. Annales Complutenses, p.490.

Era Leonor dueña de varios solares en nuestra Villa que dedica a la construcción de edificios religiosos, entre los que se encuentra el convento de los Ángeles que fue derribado en 1838. El convento era de Patronato Real, puesto que tras la muerte de doña Leonor en 1584 -la cual acabó profesando en el convento- legó el patronato al rey y a sus sucesores, a la Corona.

Sobre un solar también propiedad de Leonor Mascareñas en la calle Toledo se levanta la iglesia dedicada a los Santos Pedro y Pablo por la Compañía de Jesús, comienza su construcción en 1564 y termina en 1567. A su lado se edificara en 1572 el Colegio de la Compañía de Jesús, protegido desde 1581 por la emperatriz María de Hungría, hermana de Felipe II y de Juana de Austria, y que dio el apelativo de imperial a los Estudios del Colegio.

Juana de Austria funda en 1557 con 22 años el convento de Nuestra Señora de la Consolación para clarisas descalzas, convento de las Descalzas Reales, en el palacio de Madrid donde ella había nacido. En Alcalá de Henares, ciudad a la que tenía gran aprecio por sus estancias aquí con Leonor Mascareñas, el Real Colegio de San Agustín.

En 1559, concluido el acondicionamiento pero no las obras completas de remodelación de lo que es ya el convento, Juana de Austria se retira a las Descalzas donde lleva una vida cortesana y religiosa según las circunstancias. Ni se casó, ni regresó a Portugal. Con su hijo Sebastián mantuvo una amplia correspondencia. De él se conserva en España diferentes cuadros pintados a distintas edades para que la princesa conociera como crecía su hijo. En 1564 se construyó la iglesia y en 1573 murió su fundadora, sin ver terminado el complejo al completo que quería ser también colegio y autosuficiente en su abastecimiento por las huertas que completaban el convento. El convento con todas sus dependencias ocupó en origen un espacio enorme, una manzana entera, con un gran terreno para huertas que llegaban hasta la actual calle de Preciados y que fue vendido por la comunidad en el siglo XIX, donde se alzó una manzana de casas para la Sociedad "La Peninsular". La puerta de la iglesia y la portería del convento daban a la Plaza de las descalzas. Otra puerta daba a la calle de la Misericordia y otra más a la calle llamada Postigo de San Martín.

Se hicieron en el convento grandes modificaciones en 1679 y en 1773. Por lo cual hoy cuesta mucho imaginar el Patio renacentista de sabor andaluz alrededor del que el Tesorero Alonso Gutiérrez dueño anterior de la casa organiza las dependencias de su nueva residencia en Madrid. Patio que le recuerda sus estancias juveniles en Sevilla cuando comenzaba en esta ciudad su carrera de hombre de negocios. El espacio del monasterio era enorme y en él estaba comprendida una gran huerta además de la iglesia y las dependencias monacales. A lo largo de los años ingresaron aquí mujeres de la Casa Real y de la alta aristocracia, haciendo importantes regalos y donaciones por lo que el monasterio llegó a tener un verdadero tesoro en obras de arte.

Cinco siglos permaneció cerrado al público. No fue hasta 1960 cuando los directivos de Patrimonio Nacional, en acuerdo con la comunidad franciscana, decidieron abrir los espacios más relevantes para que pudieran ser visitados.

En los últimos años del siglo XX se construyó en la plaza de las Descalzas un estacionamiento subterráneo cuyas obras afectaron levemente al edificio. Con este motivo fue restaurado y consolidado, acondicionando algunas de sus dependencias para ser visitadas.

En 1559 Juana de Austria funda también el hospital de La Misericordia para acoger a sacerdotes pobres. Lo regentaba el capellán de las Descalzas y estaba unido a este convento por un pasadizo. El hospital de la Misericordia corresponde al solar donde se levanta el Corte Inglés en la Plaza de Celenque. El Hospital fue derribado en los años sesenta del siglo pasado y antes había sido un teatro.

Las monjas que habitarán en las Descalzas vienen del convento de Santa Clara de Gandía. Se alojan hasta que se termina de acondicionar el monasterio en la Capilla del Obispo. El 15 de agosto 1559, las religiosas ocupan el monasterio. En él residió Santa Teresa de Jesús cuando iba camino de Pastrana, ciudad donde fundaría un convento para frailes.

 

Pocos años después de la muerte de Juana, su hermana, la emperatriz María regresa a España en 1581 ya viuda desde 1576 de su matrimonio con su primo hermano Maximiliano de Hungría, sobrino de su padre el emperador Carlos. Se instala María en las Descalzas con su hija Margarita, muerta en 1580 su última hija Leonor. María y Maximiliano se habían casado en 1548 y tuvieron 15 hijos. Su tercer descendiente, el segundo de los hijos, sucede como archiduque de Austria, rey de Bohemia, de Hungría y como emperador de Alemania.

En el Monasterio seguirán profesando y retirándose otras mujeres de la familia Real, algunas de ellas de origen bastado. Esta presencia hace que el convento goce de la protección y el mecenazgo de la Corona y que se acondicione a modo de residencia palacial.

Se continúa en las Descalzas la costumbre de los reyes de Castilla de tener a su disposición estancias para su uso en ciertos monasterios. De esto es muestra el monasterio de los Jerónimos de Madrid, Tordesillas, Yuste, Guadalupe o San Lorenzo de El Escorial.

Si atendemos a los cronistas podemos leer que en la casa donde se funda el convento para la clarisas descalzas había nacido Juana, por lo que la quiso como residencia del Real Monasterio de Monjas Descalzas de Santa Clara de Nuestra Señora de la Consolación. Esto podemos leer en Crónica y historia verdadera de las cosas memorables y particulares del Santo Convento de la Madre de Consolación de Madrid, y de su fundación y principio: “finalmente determinase Su Alteza en mandar que viniesen fías monjas a Madrid y que allí fuese la fundacion del dicho monasteria, en la misma casa donde nacia, que es en la que oy estamos. Y la capilla rnayor de la iglesia está en el mismo lugar donde haptizaron a Su Aheza, porque cid mejor se cumpliese. su intento y devacion. Mientras se entendio en la venta y compra de las casas estuvieron las dichas madres con sus religiosas en casa del dicho Obispo de Plasencia”.

Esta mansión palaciega en el arrabal de San Martín perteneció a Alonso Gutiérrez, uno de los más importantes financieros al servicio de la Corona de Castilla. Así lo atestiguan los elementos heráldicos que se conservan en la ornamentación de las Descalzas. El escudo de Alonso Gutiérrez es un águila pasmada a la derecha y las llaves cruzadas sobre el castillo en la izquierda.

No fue esta casa un edificio que podamos considerar común entre las construcciones civiles de Madrid en el siglo XVI. El nacimiento aquí de la infanta Juana es posible verosímil tal vez por la cesión de la mansión por parte de Alonso Gutiérrez a la familia imperial por las obras que se estaban haciendo en el Alcázar por su padre Carlos I. La casa estaba rodeada de huertas y jardines por su situación junto al arroyo del Arenal. No puede extrañar esta cesión por ser Alonso Gutiérrez tesorero y banquero de Carlos I y uno de sus más firmes apoyos económicos.

Carlos I reforma el Alcázar y trabajan en ello los arquitectos Luis de Vega y Alonso de Covarrubias. Consiguen convertirlo en un palacio imperial. Transforman el antiguo patio de armas en patio del Rey y construyendo el patio de la Reina, por lo que la vieja capilla y la nueva Gran Escalera quedaban en el centro del edificio. La reforma quedaba completada con la construcción de una nueva fachada que integraba el escudo imperial entre las dos torres medievales.

La casa en la vive Alonso Gutiérrez en Madrid fue confiscada por Carlos I al comunero madrileño Pedro de Sotomayor, ajusticiado en 1522. Era en el siglo XV un palacio de estilo plateresco. Adquirido luego por el Tesorero del monarca. Sin embargo, y a pesar de ser propiedad Real, no hay razones concretas que expliquen por qué estaba aquí la emperatriz Isabel cuando nace su hija Juana aparte de las derivadas de las obras en el Alcázar. Así se dice que durante el embarazo de Isabel de Portugal, Carlos I deseó que se instalara en este palacio que era mucho más confortable que el Alcázar. Tampoco está suficientemente documentada la nueva compra por Juana de Austria.

El Tesorero Alonso Gutiérrez.

Debe Alonso Gutiérrez su situación de preeminencia en la villa de Madrid a sus negocios derivados de los préstamos a la Corona y sus cargos en la administración Real. En 1485 lo encontramos en el Campo de Calatrava como recaudador de las rentas de la Mesa Maestral de la orden de Calatrava hasta 1488. Por estos mismos años tiene el arriendo de la explotación de las minas de azogue de Almadén. Es del Consejo de Estado y Guerra de los RR.CC. En 1493 es nombrado Tesorero de la Hermandad por los Reyes Católicos. Entre 1487 y 1489 es fiador en la puja de Diego Sánchez y el Comendador Rodrigo de Oviedo para el arrendamiento de las rentas del partido de Medina del Campo. Era su deseo intentan arrebatar este negocio a la familia de Abraham Seneor, el poderoso judío segoviano, máxima autoridad de las aljamas de Castilla y también cabeza de un grupo financiero que venía arrendando las principales rentas de Castilla desde hacia veinte años. Alonso Gutiérrez continúa desempeñando nuevos cargos en la administración real. En 1489 adquiere una escribanía de cámara y lo encontramos como vecino de Almagro. En 1495, se le designó Tesorero de la Casa de la Moneda de Toledo. Desde 1496 es regidor de Sevilla, contador de su Concejo y con presencia en los negocios del comercio con las Indias en la Casa de Contratación, negocios sevillanos que mantendrá a lo largo de su vida y pasarán a sus hijos. En 1504 fue nombrado Tesorero Real

Fiel al nuevo Habsburgo, fue nombrado también Tesorero Real de Carlos I obteniendo primero la tenencia de la Contaduría Mayor de Hacienda en 1521. En sus manos estuvieron desde 1488 hasta 1525 las rentas de las minas de Almadén, que tal vez hereda de su padre. Fue contador mayor de los Reyes Católicos. Desde 1518, con su nieto Carlos I, maneja las rentas que se obtienen de los maestrazgos de las órdenes de Santiago, Calatrava y Alcántara. A cambio de ello debe entregar líquidos al Rey 1.000 ducados cada mes. En 1519, a cambio de todas las rentas de las Órdenes debe atender los gastos ordinarios de la Casa Real durante los tres años siguientes. Fue también lugarteniente de la Contaduría Mayor de Hacienda de Castilla desde 1521, hasta convertirse en receptor general de las Rentas hacia 1524. Perteneció al Consejo de Hacienda del Emperador. Costea Alonso Gutiérrez los gastos de Carlos I en la guerra de las Comunidades y luego los gastos de su coronación en Bolonia. Muere Alonso Gutiérrez el día de Navidad de 1538.

Una importante relación de cargos y oficios en las finanzas y en la administración que le sitúan en una inmejorable situación económica personal.

Hacia 1526 el edificio que ocuparán las mojas descalzas de Santa Clara es ya propiedad del Tesorero. Es una casa de fines del siglo XV. Puede ser una casa rural, un edificio residencial en una hacienda de usos agropecuarios, como lo debió seguir siendo con su nuevo dueño. Hacia 1535 es ya una suntuosa residencia construida con materiales italianos a extramuros en un altozano del arrabal de San Martín sobre el arroyo del Arenal, con huerta trasera. Su vinculación con Sevilla por sus negocios y actividad en el concejo hacen que la arquitectura andaluza sea referente fundamental en el diseño de su casa madrileña, cuyo patio principal responde a los modelos sevillanos.

Es en 1535 cuando se dice que nace en esta casa Juana de Austria que hace nuevas obras como son la iglesia conventual con su claustro. Se dice de la casa del Tesorero que fue el palacio más antiguo de Madrid y que algunos historiadores datan de tiempos de Alfonso VI. En él tuvieron lugar las primeras Cortes celebradas en Madrid en 1339.

En las subastas llevadas a cabo por la Corona de los bienes confiscados tras la guerra de las Comunidades adquiere un importante patrimonio de bienes del mayorazgo de Pedro de Sotomayor, uno de los procuradores de Madrid en la Junta de Ávila de 1520, que fue ajusticiado en Medina del Campo, Valladolid, el 13 de octubre de 1522. Sobre estos bienes, fundan el Tesorero y su esposa María de Pisa su propio Mayorazgo en 1525, y emprenden la reconstrucción de las casas de Sotomayor junto al Priorato de San Martín, que en adelante serían las suyas principales. Las que realiza el tesorero las convierten en el edificio seguramente más suntuoso de Madrid.

 

Alonso Gutiérrez y segunda mujer su mujer María de Pisa tienen su lugar de enterramiento en una magnífica capilla bajo la advocación de San José de la que son fundadores en la iglesia del convento de San Martín. Las obras comienzan en 1535, cuando terminan las de su casa. La obra de la capilla debe terminar en 1539.

En el verano de 1535 cuando termina las obras de su casa termina la negociación con el prior del monasterio de San Martín para fundar una capilla en la iglesia de este monasterio para el enterramiento de su familia que será también una de las más importantes de la Villa. El Tesorero parece que en principio no se conformaba con fundar una capilla funeraria y que pretendió para su enterramiento construir un monasterio de monjas. Quiere levantar este monasterio junto a su casa en unas que compra frente a las suya principal en 1532 y que daban a la calle que subía de San Ginés a San Martín, Era llamada Calle Real y era el eje sur-norte del arrabal de San Martín. Sería ahora la Calle Real la de Bordadores, paralela a la calle de San Martín, calles transversales a la calle Arenal que nos llevan a la iglesia de San Ginés. A la plaza de las Descalzas y con vistas a la calle de Bordadores daba la portada renacentista de esta casa que luego estaría junto a la barroca de su lindante la casa del marqués de Villena.

Estas casas serían luego la residencia de la viuda y segunda mujer del Tesorero y sus hijos cuando su anterior casa es destinada para el convento de las Descalzas Reales. Tenía esta casa una importante portada renacentista presidida por el escudo de armas del Tesorero. Pasa esta casa a ser propiedad de Felipe V en 1713 que la cede en 1724 al padre Francisco Piquer Rodilla, capellán de las Descalzas, para ser sede del Monte de Piedad que había ya fundado a comienzos del siglo XVIII, entre 1702 y 1704. Un arco comunicaba la fachada situada frente al convento con las dependencias de las Descalzas que se prolongaban hacia la plaza de Celenque.

Esta casa formaba parte de una gran manzana que estaba frente a ala manzana ocupada en su totalidad por el convento de las Descalzas que en su tapia trasera daría a la actual calle Preciados que se une con la del Postigo de San Martín cerrando la manzana por el oeste. Por el este cierra la manzana la plaza de Celenque y la calle del maestro Tomás Luis de Vitoria que lleva igualmente a la calle Preciados.

En la manzana donde estaba esta segunda casa del Tesorero y lindado con ella estaba la casa del marqués de Villena cuyas entradas principales miraba a la calle de Bordadores, ya conocida con este nombre desde el siglo XVIII. En la casa del marqués de Villena se celebran las primeras reuniones entre 1713 y 1754 de la Real Academia de la Lengua Española de la que es fundador el titular del marquesado de Villena. El palacio de los Villena también será ocupado por las dependencias del Monte de Piedad y Caja de Ahorros y la portada barroca de Pedro de Ribera de la casa del marqués de Villena será la entrada de la capilla del Monte de Piedad. Esto se recuerda en la campana que podemos ver en esta portada en el actual edificio de la sede de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid.

En una foto del año 1875 podemos ver en la sede de lo que entonces se denominaba Monte de Piedad y Caja de Ahorros la portada renacentista de la casa del Tesorero y la Barroca de su vecina la casa del marqués de Villena que daba acceso a la capilla de esta institución con la campana que podemos ver también ahora. Sobre la portada de la casa del Tesorero se puede leer Monte de Piedad y Caja de Ahorros. Esta portada se pierde en la importante reforma que sufre la Institución en el año 1922 aunque se salva digamos que milagrosamente la portada de Pedro de Ribera. En la década de 1960, la ya Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid decide una reforma total de su sede. En la fachada de la plaza de las Descalzas de su moderno edificio se coloca la portada de Ribera con su campana que se había salvado de la reforma de 1922 cuando se pierde la de la casa del Tesorero. Desde aquí lamentar la perdida de esta joya artística de Madrid que no fue la única de estos años y que nos ha privado de conocer parte del patrimonio de Madrid. Algo semejante ocurre con el hospital de La Misericordia.

 

En esta misma manzana, orientada a la plaza de Celenque que ya aparece con este nombre en el plano de Texeira de mediados del siglo XVII, estaba la casa que era propiedad de los duques de Nájera y Maqueda y luego también condes de Arcos que eran sus vecinos con su casa en esta misma manzana mirando a la parroquia de San Ginés. Fue comprada la casa que ocuparan los duques de Nájera a Juan de Córdoba y Celenque, alcalde de El Pardo, a fines del siglo XV. Es el alcalde de El Pardo el que da nombre a la plaza de Celenque donde están ahora los Grandes Almacenes de El Corte Inglés.

El propósito de levantar un nuevo monasterio por el Tesorero desencadena un pleito con el monasterio de San Martín, considerando que era perjudicado con ello: “queria el dicho Tesorero edificar un monesterio de monjas junto del dicho Priorato y en los distritos de su parrochia, de lo qual venia gran perjuiçio al dicho Priorato e se habia reclamado, e por parte del dicho Tesorero Alonso Gutierrez se avia procurado edificar e edificaba el dicho monesterio, de lo qual esperaba muchos gastos e pleitos, a cuia causa el dicho señor Abad en persona avia ido a la dicha villa de Madrid a defender su justiçia y comunicar el negozio con letrados; y que al fin, viendo los inconvenientes e gastos que se esperavan del dicho pleito, se avian convenido”.

La preocupación de los benedictinos hace venir a Madrid al abad de Silos que logra impedir la fundación del nuevo convento, pero no pudo evitar que 20 años después lo haga Juana de Austria en lo que era la residencia del Tesorero. El Tesorero se debe conformar con adquirir una de las capillas de la iglesia del monasterio de San Martín, pero consigue que el prior acepte que realice los derribos necesarios para su proyecto que se abre junto a la capilla mayor de la iglesia del monasterio. Terminada en 1538. Sus fundadores fueron enterrados en el presbiterio de la capilla, bajo dos suntuosos sepulcros de alabastro.

La capilla funeraria fue una de las importantes obras artísticas que pone en marcha el Tesorero ya en los últimos años de su vida en Madrid y continuada por su segunda esposa María de Pisa que le sobrevive 36 años. Dicta su testamento el 13 de octubre de 1572 y dos años después muere. Como otros muchos judeo conversos de Toledo, Cuenca y Guadalajara dedica gran parte de su riqueza a dejar testimonio de su conversión en su capilla funeraria. Al mismo tiempo que dedica parte de su riqueza a las obras pías. “La Capilla del Tesorero debía ser monumental; de hecho competía con ventaja con la propia capilla mayor, a cuyo costado se abría, y de la que hubo de derribarse uno de los arcos para construirla. Su tamaño y planta pueden apreciarse en el único documento gráfico que he localizado sobre ella, los planos de 1814 para la construcción de una nueva iglesia parroquial que se construyó muy poco después del derribo de la monástica de lo que, en efecto, da sucinta nota Mesonero en 1831”. No se levanta la que se proyecta en 1814 cuyos planos se conservan en el AHN.

Esta actividad religiosa la puede llevar a cabo como miembro de una alta burguesía que empieza a formarse en el siglo XVI ligada a los negocios con la Corona, a la administración de las finanzas Reales y al desempeño de cargos en la administración Real. Como a otros judeo converos del siglo se le nombra como “hidalgo, en su caso de las montañas de León, de casa y solar conocidos al fuero de ellas”. Los judeos conversos buscan la afirmación de su hidalguía y con ello manifestar una limpieza de sangre que les evite la persecución del Santo Tribunal de la Inquisición y manifestar su pertenencia a una estirpe de cristianos viejos. Ello no impide como en muchos otros casos de importantes familias judeo conversas que en 1560 fuera objeto de información inquisitorial fray Alonso Gutiérrez, quinto hijo del Tesorero y su esposa.

Alonso Gutiérrez de Pisa fue colegial en el Colegio de los Apóstoles de Alcalá de Henares, fraile en el convento de San Francisco de Salamanca y resultó objeto de investigación por la promulgación en 1560 del Breve de Pio IV sobre las calidades de los predicadores, “ningún descendiente de judíos o herejes pueda ser instituido por perlado ni por predicador”. La presencia del Tesorero en la villa de Madrid se remonta a fines del siglo XV. Su relación con la vida económica de Castilla es constante desde la década de 1480 y lo será hasta su muerte en el año 1538. El Tesorero escala puestos junto a los RR.CC y es lógico que quiera hacer notar su presencia en Madrid y reforzar su posición económica con prestigio social que ya había iniciado él al casar por segunda vez con la sobrina del maestre de Calatrava. Y aquí busca los mejores maridos para las hijas de su primer matrimonio.

Atendiendo a las fecha de nacimiento de el Tesorero hacia 1460, su trayectoria al servicio de la Corona y la fecha de las bodas de sus hijas en la década de 1490, María de Pisa fue la segunda mujer de Alonso Gutiérrez. Además le sobrevive 36 años, muere en 1574, por lo que debía ser bastante más joven que su marido con quien casa entre 1505 o 1510. Muere el 24 de septiembre de 1574 como constaba en el epitafio de su sepulcro en su capilla funeraria del monasterio de San Martin. Casa con el Tesorero cuando tiene entre quince y veinte años. Parece que fueron padres de once hijos legítimos.

Interviene el Tesorero en la incorporación de la orden de Calatrava a la Corona como enviado de los Reyes Católicos ante el maestre García López de Padilla.

El Tesorero casa a su hija Ana de Toledo-Gutiérrez Pisa en algunas genealogías- con Luis Laso de Mendoza y Osorio, señor de Yunquera de Henares, Guadalajara. Es Luis Laso nieto por línea paterna del I duque del Infantado. Otra hija de nombre María de Toledo- encontrada como Gutiérrez Pisa también- casa en 1493 con Bernardino de Mendoza y Toledo, nieto por su padre también del I duque del Infantado, señor en tierras de Madrid de Cubas y Griñón, regidor del concejo de la Villa, de los Toledo que fueron contadores y del consejo de los RR.CC y que son descendientes del contador de Juan II y de su Consejo Alonso Álvarez de Toledo. Son estos Toledo como el tesorero judeo conversos toledanos. De ellos nos hemos ocupado en un número anterior La Gatera de la Villa.

Casa el Tesorero a sus hijas con dos primos hermanos nietos del I duque del Infantado lo que le permite su entrada en el tejido noble junto a los poderosos Mendoza y a estos una alianza de la nobleza con el dinero. Estas bodas dan noticia de la posición económica de Alonso Gutiérrez no por sus propiedades, que ya llegarán, o por sus señoríos, si no por su situación en la Corte como detentador de oficios en la Hacienda Real. Estos oficios dan una razón más del matrimonio de su hija María.

La presencia del Tesorero en Madrid se refuerza en 1494 cuando adquiere un regimiento de la Villa y se avecina en la parroquia de San Ginés añadiendo a su apellido Gutiérrez el de Madrid y quitando de Toledo, ciudad de la que era él y su familia.

No parece que residiera en Madrid de modo permanente pues en 1495 permuta con Pedro Suárez Franco su regimiento de Madrid por otro en Toledo, junto con la tesorería de la Casa de la Moneda de esta ciudad que seguía detentando en 1504. El asentamiento de Alonso Gutiérrez en Madrid de modo definitivo se produjo en la última etapa de su vida. Jerónimo de la Quintana afirma que consta empadronado en la parroquia de San Ginés en 1494.

Alonso Gutiérrez, procede de una familia toledana de judeo conversos. Por eso cambia en sus apellidos el de Toledo por el de Madrid cuando se asienta en la villa madrileña ya de modo definitivo cuando adquiere aquí las propiedades del comunero Sotomayor. Sus hijas aparecen citadas en las genealogías con el apellido de Toledo y no Gutiérrez Pisa. Pudo nacer hacia 1460. En 1536, dos años antes de su muerte, hace el Tesorero referencia en un memorando a sus cincuenta años de servicio en la Corte y su edad septuagenaria. Tuvo fama de hombre desaprensivo e intrigante. Así cuando en 1493 se hace con el cargo de Tesorero de la Hermandad sucede a Abraham Seneor, de converso Fernán Pérez Coronel, que lo ocupaba y que murió a los pocos meses de su obligada conversión. En 1504, inicia sus negocios en Sevilla en relación con el comercio de Indias. Desde 1496 era regidor del concejo de Sevilla y contador mayor de su Concejo La constitución de la Casa de Contratación afianza su presencia en esta ciudad. Su temprana vinculación con Sevilla por sus cargos y negocios en la ciudad influirán a la hora de hacer su casa en Madrid en la que distribuye sus dependencias en torno a un pario de marcado carácter andaluz.

Por el expediente inquisitorial de su hijo fray Alonso Gutiérrez Pisa sabemos que el Tesorero era hijo de Diego Ruiz de San Pedro y nieto paterno de Rodrigo de San Pedro, vecinos de Toledo, el cual Rodrigo fue hijo del bachiller Rodrigo “que era letrado”. Su madre era Marina Gutiérrez y su abuelo materno Luis Gutiérrez, “e sus antepasados fueron christianos e que ninguno dellos fue judio ni moro ni herege ni infame, y que esto es muy publica voz e fama, e si an oido lo contrario”.

María de Pisa segunda mujer del Tesorero era hija de Gonzalo de Pisa y nieta paterna de García de Pisa, “e sus antepasados por linea recta fueron personas que ninguno dellos fue judio ni moro ni herege ni infame, e questo es asi publica voz e fama, e si an oido dezir lo contrario”. Juan Rodríguez de Pisa, regidor de Granada desde 1516 y oidor de su Chancillería, fue hermano de María de Pisa.

Se dice de María de Pisa que es sobrina del clavero y lugarteniente del maestre y luego maestre de Calatrava García López de Padilla. Pero no vemos aquí esa filiación. Pero si podemos decir que esta segunda boda coincide con el tiempo en que Alonso Gutiérrez está ya en posesión de una importante fortuna y había empezado el ascenso social que también le permite después conseguir ventajosos matrimonios para sus hijas.

También recoge el expediente el nombre de algunos de sus hijos. Diego Gutiérrez, Gonzalo de Pisa, Felipe Gutiérrez que fueron criados del Emperador, y "el dicho Fray Alonso hizo provança para entrar en el Colegio de los Apostoles de Alcala de christiano viejo, por la qual fue admitido y fue colegial del dicho Colegio”. También son hijos suyos Jerónimo que le sigue en los negocios de Sevilla y Francisco.

Alonso Gutiérrez murió sólo tres años después de iniciada su capilla. Solo puede ver terminada parte de su arquitectura. María de Pisa termina la obra de la capilla. La viuda del Tesorero se ocupa de la administración de sus bienes, inversiones y rentas, que incluían propiedades en diferentes y lejanos lugares como era una heredad en Agaete, Gran Canaria. Igualmente quedan bajo su tutela sus hijos y nietos.

Los Pisa están avecindados en Almagro y desempeñan cargos municipales en todo el Campo de Calatrava. Son también arrendatarios de la Corona, otros licenciados y bachilleres. Judeo conversos también y sometidos a expedientes inquisitoriales a lo largo del siglo XVI. Un Juan Rodríguez de Pisa fue ya condenado por hereje en 1485. Alonso Gutiérrez promueve hacia 1518 una iniciativa ante la Santa Sede para la abolición del secreto de testigos y prisiones en los procesos inquisitoriales en lo que gasta 12.000 ducados. A punto estuvo de lograrlo. Pero al año siguiente el Papa anula esta posible reforma de la Inquisición.

Los sepulcros del Tesorero y su mujer se hacen de bulto redondo siguiendo los modelos más recientes como son el de don Álvaro de Luna en la capilla de Santiago o del Condestable en la catedral de Toledo y del que se labra para los propios Reyes Católicos en Granada. Se acaba su ejecución el 10 de septiembre de 1543. Se han conservado dos fragmentos de ellos que tiene el Museo Arqueológico de Madrid; “son dos medias camas con sus medias figuras, masculina y femenina respectivamente, de regular factura aunque bastante maltratadas”. En 1570 se termina el retablo.

Todas las obras mencionadas costeados por el Tesorero tienen como finalidad manifestar su poder y rango en el conjunto de la sociedad en la que se mueve y a la que no pertenecía por cuna.

Desde estas páginas invito a todos los que leen La Gatera de la Villa a que den un paseo por las plazas y calles aquí citadas, que disfruten con el Madrid actual y recuerden el Madrid del pasado.

 

Las fotografías son obra también de la autora del texto.

 

Bibliografía y Fuentes Documentales.

  • Memoria de un palacio madrileño del siglo XVI: las Descalzas Reales”, Reales Sitios, 142. 1999. María Ángeles Toajas Roger.
  • Arquitectura del Monasterio de las Descalzas Reales. María Ángeles Toajas Roger. Universidad Complutense de Madrid.
  • M. Ángeles Toajas Roger, El Tesorero Alonso Gutiérrez y su capilla en San Martín.
  • Anales de Historia del Arte.
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Paloma Torrijos Medina

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